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¿Qué deberíamos hacer para mantener un aire más limpio y libre de C02?

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Mucho se habla de las emisiones de CO2, pero muchas personas no saben qué son y cómo reducirlas para tener un aire más limpio.

Es importante comenzar aclarando que no es posible mantener un aire ciento por ciento libre de CO2 pues este es un gas indispensable para la atmósfera. El carbono es un elemento constitutivo de todo ser vivo y como tal está sujeto a un flujo continuo en la naturaleza que incluye la atmósfera, el agua y el suelo en su transferencia.

El ciclo del carbono

El ciclo del carbono es un proceso natural y complejo que involucra la transferencia de este elemento químico entre diferentes reservorios en la Tierra, como la atmósfera, la biosfera, la litosfera y los océanos. La fotosíntesis, la respiración y la descomposición son algunos de los procesos clave que conforman el ciclo del carbono a corto plazo. Además, el ciclo del carbono a largo plazo incluye procesos como la erosión y la formación de rocas sedimentarias, que a su vez contribuyen a la transferencia y almacenamiento de carbono durante largos periodos de tiempo.

El dióxido de carbono (CO2) antropogénico se refiere a la emisión de CO2 a la atmósfera por actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la producción industrial. Según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), las emisiones de CO2 de origen antropogénico son responsables del 70% del aumento total de los gases de efecto invernadero en la atmósfera desde 1970. Las emisiones de CO2 de origen antropogénico han aumentado drásticamente desde la revolución industrial. En 2019, la concentración de CO2 en la atmósfera alcanzó un máximo histórico de 410 partes por millón (ppm), lo que representa un aumento del 47% desde la era preindustrial. Según el IPCC, para limitar el calentamiento global a 1.5°C por encima de los niveles preindustriales, las emisiones de CO2 deben reducirse en un 45% en comparación con los niveles de 2010 para 2030, y deben alcanzar cero neto para 2050.

Sin embargo, la influencia antropogénica en el ciclo del carbono se ha vuelto cada vez más significativa, lo que ha llevado a un aumento en las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera. Este aumento ha contribuido al calentamiento global y al cambio climático, lo que tiene graves consecuencias en el medio ambiente y la vida en la Tierra. 

Los gases de efecto invernadero son compuestos químicos presentes en la atmósfera que retienen la radiación solar y la devuelven a la Tierra en forma de calor, llegando a provocar sequías intensas. Los más comunes son el dióxido de carbono, el metano, el óxido nitroso y los gases fluorados. Estos gases se producen por fuentes naturales o por actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles, la deforestación, la agricultura y la ganadería.

Imagen aérea de un distribuidor de tráfico de la ciudad de Bogotá

Imagen aérea de un distribuidor de tráfico de la ciudad de Bogotá

¿Cómo disminuir la aportación de CO2?

Desde la Secretaría de Ambiente, a través de la Red de Monitoreo de la Calidad del Aire, se monitorean los mapas satelitales de puntos calientes y el comportamiento de los vientos que puedan incidir en la concentración de contaminación del aire en la ciudad de Bogotá.

Sin embargo, el aporte a la reducción de emisiones de CO2, debe ser el compromiso de toda la ciudadanía. Con pequeñas acciones se puede lograr cambios que permitan un ambiente más saludable, en donde se beneficie al planeta y todos los seres vivos  que lo habitan. 

¿Cómo lograrlo? Usando transportes libres de emisiones, como las bicicletas, caminando o desplazándose de la forma más sostenible posible, con vehículos eléctricos o  patinetas. También, empleando la energía de forma eficiente, por ejemplo utilizando dispositivos solo de ser necesario y evitando dejarlos conectados por horas y sin utilizarlos. Integrar hábitos de reciclaje y recuperar la vegetación sembrando árboles es otro hábito muy recomendable.

Unos de los retos que desde el proyecto AVANTIA se tiene, es lograr una ciudad que evolucione de forma respetuosa con el ambiente, así como ofrecer calidad de vida a través de un aire más limpio. Para lograrlo, se ha establecido una colaboración que permita ampliar el monitoreo del aire a través de microsensores, lo que permitirá incrementar el estudio exacto de las zonas donde exista más repercusión de contaminación. Esto a su vez, permitirá tomar las acciones pertinentes para mitigar estos riesgos a la vez que será necesario para mejorar la gestión del inventario global de las emisiones y tomar las medidas urgentes de prevención. 

 

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